Me hago eco de un mail que recibí en mi correo electrónico y que me incumbe personalmente ya que, además de participar en la película como actriz, soy una de las socias de la productora que se ve abrumada por el poder político y económico de las instituciones del cine.
En un momento donde caen bombas que estallan en los brazos de cualquiera que pasea por la calle, si tiene la mala suerte de haber nacido en uno de esos países donde se desarrolla una de las guerras que actualmente están en activo en el mundo, es una suerte vivir en un país donde los tiros y las bombas (al menos por el momento) son por escrito.
De lo que se trata en todos los casos es de decir la próxima palabra, escribir, escribir, no dejar de escribir, aunque el desaliento, aunque las bombas, aunque la voz no nos llegue a la garganta, escribir.
"30 de octubre de 1976, Madrid.
He decidido dejarme crecer la barba, crecerá.
Se tiene que saber: todo crecimiento depende de una decisión. "
Del libro SALTO MORTAL de Miguel Oscar Menassa
No sólo es que las grandes instituciones culturales, periodísticas, políticas.... quieran hacer desaparecer lo que nace diferente sino que pretenden hacernos creer que no existe lo que nació hace años y que no les pertenece y, por lo tanto, encontrará sus caminos de difusión e instalación entre la población mundial porque su distribución no depende de los grandes medios de difusión sino de la poesía, del cine, de ciencia, etc.
Adjunto el mail recibido y un poema de Germán Pardo García, escrito el siglo pasado, que habla de lo que está pasando hoy, un siglo después.
"PRIMERO LOS CRÍTICOS, DESPUÉS LA DISTRIBUIDORA Y AHORA LA ACADEMIA DE CINE
LA ACADEMIA DE CINE LE LLAMA ERROR ADMINISTRATIVO A UNA INJUSTICIA
“El negocio del cine es macabro, grotesco: es una mezcla de partido de fútbol y burdel.”
Federico Fellini.
“En este negocio, la gente olvida que hacer cine es un arte”.
Tim Burton.
“El negocio del espectáculo es un negocio, si no se llamaría el espectáculo del espectáculo.”
Woody Allen.
A pesar de haber sido ampliamente advertidos por los grandes, algunos seguimos empeñados en encontrarle el lado bueno a ese asunto con cine. Empeñados en esquivar la omnipresencia unidireccional (el beneficio es siempre para los mismos) de la palabra “negocio”, en hallar el más mínimo resquicio por donde colarnos a lo que de “arte” quede en el cine. Y empeñados, también, en sentido económico y literal, ya que las ayudas o subvenciones del estado están, si no pactadas, al menos “orientadas” de antemano.Y así nos va, cada día descubriendo nuevos y feroces monstruos en lo que, hasta ahora, creíamos simples molinos de viento. El último ha sido un “pequeño” fallo administrativo por parte de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas Españolas.Después de haber conseguido, no sin dificultades, formar parte de la lista de películas que competirán este año por los Goya, con Mi Única Familia, fuimos excluidos de un plumazo por esta Institución, que directamente ignoró, perdió o censuró nuestra solicitud para recibir las direcciones de los académicos y enviarles el film antes de su votación (es un derecho de toda productora que presente película a los premios). Es de lógica que, si no conocen una película, no pueden votarla, con lo cual fuimos excluidos radicalmente de la competición. Y no es que confiáramos en ganar, confiábamos en tener las mismas oportunidades que los demás. Pero, claro, como ya nos habían advertido, esto es incompatible con el negocio.
Carmen Salamanca. Directora de Producción".
LA ACADEMIA DE CINE LE LLAMA ERROR ADMINISTRATIVO A UNA INJUSTICIA
“El negocio del cine es macabro, grotesco: es una mezcla de partido de fútbol y burdel.”
Federico Fellini.
“En este negocio, la gente olvida que hacer cine es un arte”.
Tim Burton.
“El negocio del espectáculo es un negocio, si no se llamaría el espectáculo del espectáculo.”
Woody Allen.
A pesar de haber sido ampliamente advertidos por los grandes, algunos seguimos empeñados en encontrarle el lado bueno a ese asunto con cine. Empeñados en esquivar la omnipresencia unidireccional (el beneficio es siempre para los mismos) de la palabra “negocio”, en hallar el más mínimo resquicio por donde colarnos a lo que de “arte” quede en el cine. Y empeñados, también, en sentido económico y literal, ya que las ayudas o subvenciones del estado están, si no pactadas, al menos “orientadas” de antemano.Y así nos va, cada día descubriendo nuevos y feroces monstruos en lo que, hasta ahora, creíamos simples molinos de viento. El último ha sido un “pequeño” fallo administrativo por parte de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas Españolas.Después de haber conseguido, no sin dificultades, formar parte de la lista de películas que competirán este año por los Goya, con Mi Única Familia, fuimos excluidos de un plumazo por esta Institución, que directamente ignoró, perdió o censuró nuestra solicitud para recibir las direcciones de los académicos y enviarles el film antes de su votación (es un derecho de toda productora que presente película a los premios). Es de lógica que, si no conocen una película, no pueden votarla, con lo cual fuimos excluidos radicalmente de la competición. Y no es que confiáramos en ganar, confiábamos en tener las mismas oportunidades que los demás. Pero, claro, como ya nos habían advertido, esto es incompatible con el negocio.
Carmen Salamanca. Directora de Producción".
"Testimonios". MENASSA lee a GERMÁN PARDO GARCÍA
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